En lo que fue una velada con muchas situaciones positivas para destacar, las comparsas infantiles tampoco desentonaron con el espectáculo brindado este sábado 29. Cabe mencionar que a ellos, los más chicos, les suele tocar la difícil tarea de abrir el show con las tribunas semivacías, pues la mayoría del público acostumbra a llegar al sambódromo poco antes del ingreso de la primera comparsa de mayores. Sin embargo, con mucha garra, igual se ganaron el aplauso de los presentes, demostrando que se merecen el mismo interés que los adultos.
No es un dato menor que las comparsas infantiles trabajan sin ninguna relación de dependencia de los grandes, realizando distintos beneficios para recaudar fondos y costear los trajes y los instrumentos de la batería. A esto hay que añadirle que existen muchas personas que colaboran durante el año, padres y madres que ayudan con la confección de los tocados, bordando, cosiendo, etc.
De esa manera, con su ternura, amor, inocencia, felicidad y fantasía, los chicos siguen escribiendo la historia de nuestros carnavales y le dan un marco de colores, añadiéndole su capacidad imaginativa, jugando y celebrando la alegría de vivir. ¡Apoyemos a los niños!.