2016-07-02 Palabras De La Docente Jubilada Y Cesanteada Durante La Dictadura Cívico-militar De 1976 Beatriz Flores.
Lobos (Bs.As.), 1895 - 8 de octubre
Buenos Aires, 1974 – 01 de julio
La fecha que hoy recordamos para homenajear a un grande de la Patria. Y nada más grato a mi condición de mujer peronista que me convocaran a participar de este acto.
Alguien dijo alguna vez: “cuando llega el momento de las grandes y profundas convulsiones, Dios envía a la tierra a los gigantes”.
Así llegó un histórico 17 de octubre de 1945 quien se instaló en la política argentina para ser árbitro de la misma durante treinta años: su nombre, Juan Domingo Perón.
Formado en la disciplina de nuestro Ejército, tomó partido por una Patria Grande; traía además sus propios atributos: su enorme talento, su sensibilidad social y la humildad humanista del civil. Ese era el Hombre.
El 24 de febrero de 1946, en las elecciones más puras que recuerda el país, es electo presidente de los argentinos. Luego será reelecto, siempre entrando por la única vía valedera, la Constitución Nacional, por la fuerza del derecho y el sentimiento nacional de un pueblo.
La clase trabajadora le otorga el título de Primer Trabajador Argentino y nos legó un axioma: “SOLO EL PUEBLO SALVARA AL PUEBLO”.
Palabras para tener presente cuando los grupos de poder y aún otros partidos políticos se proponen la destrucción del Movimiento Nacional Peronista. No importan los medios, difamación, calumnias, persecuciones, discriminación, por el solo hecho de sentirse peronista. Mala palabra para algunos, antes y aún ahora.
Cuando se recurre a toda clase de términos peyorativos, difamatorios, para tapar acciones no muy santas, todo sea para escalar posiciones políticas, no siempre alcanzadas con honestidad ni mucho menos, LEALTAD.
Quienes se denominan superiores, sepan que un verdadero PERONISTA no se vende, no trafica con sus votos, no traiciona. Porque después de PERON, nadie llegó al poder sin la llamada Pata Peronista.
Yo no fui ni soy militante, soy una ciudadana común, pero muy firme en mis principios y mis ideales políticos. Tengo, en la doctrina que nos legara el Gral. Perón, un dogma de vida.
Nos dejó los Derechos del Trabajador, hoy avasallados a mansalva, Derecho a la Salud, Derecho a la Capacitación, Derecho a la Vivienda, Derechos de la Ancianidad, siendo “los niños los únicos privilegiados” como el mayor sostén para la dignidad del hombre.
Fueron casi diez años de felicidad y bienestar para nuestro pueblo. Pero había cometido un tremendo “delito”: ser nacionalista, frente a la oligarquía liberal. Se había dado soberanía al pueblo y esto no se perdona cuando se quiere tener una colonia.
En 1955 cae el abanderado de los obreros, sostenido por el actuar básico hasta 1952 de su compañera incomparable, nuestra bien amada Evita.
Pero no alcanzaron 18 años de injurias, de calumnias, de insultos groseros, a él y al pueblo peronista, para callar la voz del pueblo que lo elige por tercera vez como presidente.
Y vuelve, como nadie pudo hacerlo, tras 18 años de exilio, a entregarnos sus últimos años de vida. Nuevamente el gran gesto y la defensa de sus valores: Primero, la Patria, después el Movimiento, luego los Hombres.
Pero nos deja su ejemplo, sus sentimientos, sus pensamientos, su doctrina humanista y cristiana.
Hoy le rendimos parte del homenaje que merece. Hoy solo puedo decir: Perdón mi general, por quienes haciendo de la estridencia publicitaria de los mediocres un culto, no pudieron encontrar quien te supere.
Perdón, mi general, porque no pudimos defenderte del ataque de las armas y del odio irracional de la oligarquía que fuera capaz de escribir “VIVA EL CANCER” ante la desaparición física de nuestra abanderada Evita.
Solo haciendo de la solidaridad un lema de vida y actuar político, como vemos en nuestro pueblo, hoy y acá, tendrá nuestro respaldo, nuestro acompañamiento y nuestro respeto. Aunque muy poco valga mi palabra o mi humilde voto peronista.