2017-09-22 El Crimen De “Betito”: Si, Afecta A Toda La Institución Y A La Democracia
NO LE ECHEMOS PAÑOS FRIOS
No es la primera vez que ocurren lo que eufemísticamente se conoce como “apremios ilegales” en las comisarías de la Policía de la provincia de Corrientes. Y, para ser justos, en otros lugares del país también. Es la llamada violencia institucional, es decir, hecha desde organismos del Estado o por algunos de sus miembros.
En Corrientes fue asesinado un dirigente barrial, en San Lorenzo un trabajador de los llamados embarcadizos, en la Escuela de Policía un cadete, para nombrar solo los apremios que terminaron en muerte y tomando solamente el periodo de gobierno radical. Antes tuvimos en Mercedes el caso del joven “Panza” Ruiz Diaz.
Hemos dicho en otras oportunidades: Si desde el poder político se deja establecido con claridad y firmeza que no va a ser tolerado ningún exceso por parte de quienes representan la ley y son, teóricamente, preparados para seguridad de todos, estos casos no debieran suceder.
LA DISCRIMINACION RACISTA, INCLUSO ENTRE PARES
Quienes venimos de familias humildes hemos escuchado desde que tenemos memoria descalificativos como “las chinitas”, los “menchos”, los “negros”, los “del bajo” para referirse a gente pobre y poco ilustradas por parte de las consideradas socialmente como “familias bien” o “vecinos notables”.
Calificativos estos últimos que no tienen mucho que ver con los valores sino con el hecho de tener un buen patrimonio (no importa cómo fue hecho).
Por otra parte, también desde que tenemos memoria, hemos escuchado a nuestros mayores la idea de que la policía en realidad está para garantizar los privilegios y el patrimonio de los ricos frente a las “pretensiones” de los pobres (y la historia de las “policías bravas” así lo confirman).
Pero lo peor es que esta idea lo transmitían y parece que aún se transmite a quienes, viniendo de hogares pobres, pasan a formar parte de las fuerzas de seguridad. Muchachos y chicas de barrio que no bien les dan un uniforme y un arma se creen superiores a quienes tal vez fueron sus amigos de infancia en el barrio o en el paraje.
Porque, recordemos, los apremios nunca son contra los hijos de algún “notable”.
Y EL RACISMO Y LA DISCRIMINACION VIENEN DE LEJOS
Tal vez el principal exponente de este desprecio por los “inferiores” sea quien, con sangre negra en sus venas e hijo de un gaucho partidario de Quiroga, se consideraba a sí mismo como “patricio” de sangre pura: Domingo F. Sarmiento.
“Una Constitución pública no es un regla de conducta para todos los hombres. La Constitución de las masas populares son las leyes ordinarias, los jueces que las aplican y la policía de seguridad. No queremos exigir a la Democracia más igualdad que la que consiente la diferencia de raza y posiciones sociales” (Comentarios de la Constitución de la Confederación Argentina – “Obras” T.VIII, pag. 36). “Nuestra simpatía es para la raza de ojos azules” agregaba. Cualquier similitud con las ideas de Adolf Hitler no es pura casualidad.
LO QUE OCURRE EN UNA INSTITUCION LA AFECTA
Es común que las autoridades de alguna institución afectada por la mala conducta de algún miembro se preocupe más por preservar el “honor” de la misma antes que resolver el problema. Pasa con escuelas, iglesias, partidos políticos y pasa con las fuerzas de seguridad. Efectivamente, no debemos generalizar la condena. Para eso está la justicia, pero tampoco minimizar y menos ocultar lo que está mal.
La visión de un simple ciudadano preocupado por entender
¿HACIA DONDE VAMOS? … Por Cr. José Niveyro