Como comentamos en el día de ayer. Durante la presentación de los libros del Padre Julián Zini, el alumno Néstor Beslun (finalista del programa emitido por canal 7 El Encuentro del Saber.) recitó el poema del Padre Julián:
NUESTRO CANTO
Como me gustaría regalarle
A mi Argentina amada
El verdadero Canto de Corrientes
El de su dignidad menos preciada
Como me gustaría que la gente,
La bien intencionada,
Que ni sospecha lo que somos, viera
El corazón de nuestra paisanada;
Porque mi gente guarda el Canto adentro
De su alma ensimismada,
Y aunque le baste y sobre una acordeona
Para lucirse en la musiqueada,
No canta casi, porque le es más fácil
Expresarse en el baile sin palabras;
Total ya sabe bien los cuatro rumbos
Por donde agarra el Canto de su alma:
La MUJER, madre, novia o compañera;
La PATRIA CHICA amada;
La FE en Dios y la virgen y los santos;
Y esa su DIGNIDAD que es todo o nada!
Y pensar que aun hay gente en otros lados,
Ya mal acostumbrada,
Que se ríe a costillas de nosotros,
Que nos usa y nos pide, payasadas…
Primero nos podaron el idioma,
Porque éramos indiada
Y hablar el guaraní fue y es pecado,
Porque es cosa de menchos, guarangada…
Después vino la Moda, y procuraron
Quitarnos esta traza:
Esta forma de andar de antigua hombría,
Que tenemos de bota o de alpargata…
Ahora vienen con dólares,
Y están comprando estancias…
Aunque en el fondo quieren
Quedarse con el Agua…
Se esta vendiendo el Ibera, quieren Yaciretá,
La Selva y nuestras Cataratas…
¡Es la historia de siempre:
Es la infinita angurria de la plata!
No nos pidan entonces mucha labia
Con la lengua arrancada…
Primero fue el Silencio, luego el Grito…
Y, si Dios quiere, pronto la Palabra…!
Esa Palabra que ha de ser la Ley
Que nos cuida, que nos libra, y nos guarda
La Madre, Tierra que no tiene precio
Y nuestra Agua Dulce, angá, tan codiciada…!
Esa Ley que defienda nuestro Símbolos
Junto con el Maíz y la Mandioca y la Batata,
La Identidad y el Pan de nuestros nietos,
Nuestra Memoria y, por lo tanto, nuestra Esperanza.
Ellos vienen con todo, y son de afuera;
Y aunque su propaganda
Nos hiera el alma y nos profane todo,
No han de lograr coparnos la parada;
Por que la Sangre manda, y por la sangre
No crece el Chamamé de la Esperanza,
Prendido aun Sapukay que es un Saludo
A un Tiempo Nuevo que ya se abre cancha…
No saben que el antiguo Tronco hachado
Hoy vuelve en sí, vuelve a latir su savia;
Y se pone de pie, brota y florece,
Y se llena de música y palabras…
Y es que mi Pueblo se desata y tiembla
Cordionas verduleras, guitarras encintadas…
Relincha un potro en el confín paguero.
Y un Calandria anuncia la Alborada…!