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El sistema del Iberá
Antiguos cauces, o lechos abandonados del Río Paraná, son en la actualidad la base de ésta independiente y compleja red de humedales compuestas por bañados, esteros, lagunas, embalsados y cursos autóctonos de origen pluvial.
El sistema del Iberá está formado por la gran masa de vegetación de los esteros, con gran capacidad de retener agua, y las precipitaciones pluviales, que aportan anualmente entre 1.200 y 1.500 mm., en interacción, o sea, que la mullida capa de vegetación palustre retiene, y regula el agua de lluvia que cae sobre su cuenca. De esa enorme cantidad de agua recibida, menos de una cuarta parte deriva hacia el río Paraná, a través, del único desagüe superficial del sistema, el río Corriente. De lo demás se encarga la alfombra vegetal por transpiración metabólica y la evaporación directa, favorecida por la relación entre su gran extensión y escasa profundidad.
Iberá es entonces, una verdadera y eficiente represa reguladora de agua.
La complejidad biológica de este sistema alberga una gran diversidad de ambientes y microambientes característicos.
Aproximadamente entre el 20 y el 30% de su superficie son lagunas bien delimitadas; estos espejos de agua son más de 60 y alcanzan una profundidad de entre 2 y 3 metros y las costas en su mayoría están constituidas por embalsados.
Las más importantes son:
LAGUNAS | SUPERFICIE | PROFUNDIDAD |
LUNA | 78 Km.2 | 2,5 m. |
IBERA | 53 Km.2 | 3,2 m. |
FERNÁNDEZ | 39,5 Km.2 | 3,0 m. |
TRIM | 21,4 Km.2 | 1,8 m. |
DISPARO | 18 Km.2 | |
MEDINA | 17,1 Km.2 | |
GALARZA | 15,5 Km.2 | 2,3 m. |
También podemos nombrar las lagunas PARANA, CONTTE, CARAYA, TIGRE, ALTA, NARANJITO, MISTERIOSA, SANCHEZ, ITATI, RODEITO, y otras integrando entre todas aproximadamente una superficie de 315 Km.2
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